martes, 31 de mayo de 2011

Paris, Je T´aime

Esta critica sobre esta pelicula fue encontrada en otro blog literario dedicado especificamente  a la cinematografía
PARIS TE AMO (París, Je T'aime)

Piensen ustedes en una película con dos dueños de la idea: Tristan Carné y Emmanuel Benbihy, dirigidas por 20 directores, varios productores y un contenido compuesto de 18 corto metrajes de 5 minutos cada uno, junto a la actuación de un electo internacional. Actores valiosos, algunos rescatados del olvido: Catalina Sandini, Natalie Portman, Franny Ardan, Elijah Word, Nick Nolte, Gena Rowlands, Barbet Schroeder, Ben Gazzara, Willem Dafoe, Juliette Binoche, Steve Buscemi, entre otros y hasta aparece en forma fugaz el genial Gerard Dapardieu. Todos actuando en un inmenso plató, la mismísima ciudad luz, con el amor -de eso los franceses saben mucho- como hilo conductor y conteniendo a los actores y las dispares historias simples y cotidianas que se narran.
Es posible pensar a priori, que la película debe ser un caos. Sin embargo, a pesar de esta compleja multiplicidad, se la puede contemplar y hasta encontrar algunas perlitas entre las historias de amor narradas.

Precisamente éste es un tema inicial, como verla; ¿Cómo organizar nuestra percepción? Desde una visión totalizadora; una película que narra la gran historia del amor en sus diferentes formas, como unión, como lucha o separación, amor del cuerpo, del alma, una visión de ambos, en una sucesión de pequeños cuentos cinematográficos que transcurren dentro de cada escenario específico de la ciudad. La otra; Fijar mira y entendimiento en cada drama en particular. Más allá de las consabidas postales parisinas que sostienen cada historia y fascinan a los turistas concentrándose en cada una de las historias junto a gentes de distintas religiones, razas, nacionalidades, que habitan la ciudad.

Yo opté por ésta última y al salir del cine me quedaron flotando en la mente las historias y la música de Pierre Adenot, Chistophe Monthieux y Marie Sabbah, acompañando las narraciones. Destacable, el tema: “La même historie” de Leslie Feist. Hay que aclarar que no es fácil memorizar las 18 historias con claridad, aunque siempre algunas se destacan. El nivel de todas es parejo, pero prefiero traer al presente tres que me conmovieron:

Va la primera, bajo el cartel de la estación de subte Tuileries, un americano silencioso lee la guía de París y diferentes recomendaciones, una: “Nunca se debe mirar fijamente a los ojos en el metro de París” Haciendo caso omiso al consejo por un instante mira a una joven desprejuiciada, que besa apasionadamente a su pareja, ambos sentados en el andén de enfrente. El amante lo advierte y comienza una situación increíble pero posible, conmoviendo profundamente al turista desconcertado, imposible de comunicarse, frente a la furia que se desata.

Otra: En la Plaza de Fêtes se produce un encuentro entre un hombre jóven, inmigrante y, una doctora de la misma condición, que corre a socorrerlo. Él se da cuenta rápidamente, en medio de su dolor, que ya la ha visto en otro lugar y aparecen estos recuerdos. La doctora se muestra conmovida frente a la situación y el recuerdo en común, que de pronto aparece. Un corto, otra iluminación del amor, bien filmado.

La tercera es increíble y pareciera fuera de lugar dentro del contexto de la película, pero esta tan bien filmado, el uso de claros oscuros y una cámara ágil y truculenta, muestra en el Quartier de la Madeleine, en una noche lluviosa a una mujer joven, vampiro, sirviéndose de una presa humana. El joven que la observa escondido detrás de una moto se siente fascinado por la escena, la mujer vampiro lo advierte y escenas fantásticas y conmovedoras se suceden. Y aunque parezca increíble el amor esta también presente, el amor por el cuerpo del otro.

Las otras 15 historias que contemplan el eterno ideal del amor anhelado y el transcurrido, en sus diferentes facetas, se las dejo para que las develen ustedes.

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